El ministerio nacional de God Behind Bars ha logrado impactar positivamente a un grupo de 25 hombres de una prisión de máxima seguridad en Dakota del Sur, quienes entregaron sus vidas a Jesucristo la semana pasada.
Desde 2009, este ministerio trabaja para restaurar las vidas de los reclusos y fortalecer su fe, tanto durante su tiempo en prisión como después de ser liberados. Han alcanzado a más de 2,3 millones de personas en el sistema penitenciario a través de sus programas de extensión.
Recientemente, 20 hombres se inscribieron para ser bautizados en agua, pero cinco decidieron hacerlo espontáneamente después de escuchar la predicación del Evangelio.
«¡Un hombre que fue bautizado estaba liderando un grupo Wiccan, vino a Jesús y fue bautizado! ¡Otro hombre que vino a este servicio por primera vez invitó a Jesús a su vida y fue bautizado! Otro hombre ha estado en prisión durante 40 años y está cumpliendo cadena perpetua. No se inscribió para ser bautizado, pero tomó la decisión espontánea de hacerlo», explicó el ministerio.
«Hay un avivamiento en las prisiones de Dakota del Sur», aseguró la publicación.
God Behind Bars, fundada por Jake Bodine, busca evangelizar a los reclusos en prisiones de EE.UU a través de campus satélites. Con la aplicación Pando, han logrado llegar a 550.000 reclusos con mensajes cristianos y música de adoración.
Su objetivo es alcanzar a los 3,1 millones de presos en el país.
Este ministerio tiene como objetivo difundir la esperanza a través del Evangelio de Jesucristo, llegando a cada recluso en Estados Unidos de célula en célula.
En su sitio web se asegura que buscan dar acceso directo y personal al evangelio y recursos espirituales a cada persona encarcelada, no solo para fortalecer su fe, sino también para sanar sus heridas, romper con adicciones y ciclos, y permitirles descubrir su llamado como hijos e hijas de Dios.
Lisa Cole, pastora de Faith Promise en Tennessee, colabora estrechamente con God Behind Bars en diferentes prisiones. Según Cole, este ministerio ofrece a los reclusos la oportunidad de formar parte de una comunidad, participar en grupos de oración, clases y desafíos para compartir el Evangelio con otros.
El ministerio destaca que lo que está sucediendo en las cárceles es algo nuevo, con muestras de alegría y vidas transformadas. En las redes sociales, expresan que Dios está trayendo avivamiento a las cárceles y que Jesús está haciendo cosas nuevas en la vida de los reclusos.

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